Categorías
Cuenteando Interes Social Literatura Relato negro

Lo mismo que los zapatos

Ya casi termina noviembre y el Día de los muertos quedó hecho. Yo por razones de tristeza (perdí un ser muy querido a fines de octubre y todavía me atenaza la nostalgia a ratos) perdí la oportunidad de colgar este relato en su momento, pero nunca es tarde, espero que les guste. Si es así, compartan por favor.

Dije que hablaríamos después. Acepto que quizá fue solo una forma de decir que no me importa lo que podamos decirnos. Los problemas parecen más grandes si nos empeñamos en mirarlos con una lupa.

Claro que te creo, no seas tonto niño, pero no está en mis manos intentar arreglar los enredos en los que te has metido con Sofía.

Ella tiene razón, eres un irresponsable. Porque sí, podrías hacer el intento de comprar una casa antes de querer que se embarace.

Parece mentira que traigas eso a cuento.

Pues sí, pero ella es tu prometida. Yo no soy nada. Yo soy… polvo.

Que ¿te importo? …lo mismo que los zapatos a un muerto.

Ya, ya… prende la vela que está muy oscuro. Necesito otro camel.

Está bien, sirve me una copa, a ver si no veo doble, con un bueno para nada es suficiente.

El ebrio eres tú, no creas que no me doy cuenta que se te ha venido haciendo costumbre tomar solo. No me sorprende que… ¡cómo un demonio! te digo que yo no cuento, estoy muerta, pero ya que insistes, habla, soy toda orejas.

Una mujer claro… pensará que si estas en deudas económicas nada bueno le espera contigo, hasta Ergo, mi bolita de pelos está de acuerdo.

Según mis matemáticas, en un año no pagarás esa cantidad…no con lo que ganas.

En seis meses lo ganas, sí, pero no olvides los intereses del banco, ¡ son unos malditos parásitos!

Ella gana y lo que gana es suyo, así son las mujeres. Si no dime, ¿Qué tonta va a querer trabajar para que tú te pongas a gastar como niño rico? Yo por eso no trabajo.

Ya, ya, si tienes tantas dudas ¿porqué no la dejas?

“Hace tiempo que lo venimos pensando”… para qué hacerse pelotas. Es la misma historia retorcida y el sueño.

El sueño que estoy perdiendo contigo. Aquí, ahora, hablándote.

Ya está refrescando, el alba debe estar cerca. Sí, sí, sí, siempre hay lugar para un trasero gordo más en ésta lapida.

Tiende la manta, con suerte algún otro muerto del campo santo no tiene donde descansar.

¿Estas… roncando? ¡Borracho de mierda! Tú dormido y yo hablando sola, con frío y tiritando de insomnio. ¡Pásame la botella!

Beatriz Osornio Morales

Por osorniobeatriz

Escribo porque es posible existir en las palabras, y probar que el sueño de la vida interior es real.

4 respuestas a «Lo mismo que los zapatos»

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s