Tenía pensado renacer con el día
asomarme al cementerio del alba
y pensar en ti
En ti que renacías de las aguas
de las mujeres calladas hechas una fiesta
por dentro, sus ojos eran la primera señal
de lo que había bajo la piel de las manos,
y entre la línea de sus carnes más suaves.
Eras experto en mirar donde pocos miran:
su cabello hecho una montaña, cayendo
Puna cascada hacia la red subterránea
donde trenes llenos de niños y tigres
y albatroses emigran;
me cantabas a la orilla de aquel río
en la avenida.
Tengo que decirte algo:
Yo hace tiempo que vengo muriendo
con cada noche eterna a cuestas,
muero del olvido a tus alas ausentes;
A ratos imagino que todavía existes
y que con solo pensar el morir se revierte,
es posible renacer en el pensamiento