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Meteorología social

El clima de hoy es frío, sórdido. Amaneció nublado y lloverá gran parte del día, junto con las tristes noticias. La primera indicación de un mal día aquí, fue la noticia de que Rusia, contrario a que Putin venía negándolo, ha invadido Ucrania. Durante el último mes las noticias oficiales especularon sobre la posibilidad; especulaban con tono de confirmación. Era el tema de lo que “ocurriría”. no se sabía cuándo, pero ocurriría.

¡Ha ocurrido!

Los chicos en la preparatoria hoy (los que se han expresado a voz) muestran consternación por los efectos que nos pueden, y que indudablemente nos alcanzarán aquí. El efecto Ripple produce siempre unas oleadas de las nadie se salva.

Los precios de la gasolina ya habían empezado a dispararse con  las noticias,  y los estragos de la pandemia que aún persiste.

Una chica dijo que hoy, después de ir a walmart a hacer sus compras, llenará el tanque de su carro y después de eso, no irá a ningún lugar, más que de la casa a la escuela, a la casa. Ni a su papá va a visitar pronto.

Otros chicos se expresaron en contra de lo que venía afirmando el presidente Biden, que lo que ocurra en Ucrania no nos afectará social o económicamente aquí. Obviamente no le creen. Otros, “los patriotas” quizá ven la oportunidad de defender en una nueva guerra su patriotismo, como comentaba V. Woolf en su ensayo Three Guineas ante las señales inminentes de la Segunda Guerra Mundial. ¿Estamos ante la amenaza de una tercera?

Algunos estudiantes en su candidez temen que las calles estén desiertas por los altos precios de la gasolina. Puesto que aquí, el transporte público es de dar risa, el transporte diario es esencialmente el auto personal o de familia.

El galón de gasolina va de menos de $2.00 dólares en el verano, a casi $4.00 dólares a la fecha, y se calcula (según expertos) que alcanzará pronto los $7.00 dólares tras los avances de la invasión de Ucrania. ¡$7.00 dólares! con razón los muchachos temen ver las calles desiertas.

En México, hoy 24 de Febrero, es un día patrio donde se celebra el Día de la bandera. En medio de ésta sordidez ¿Qué significa en estos momentos para ti la bandera de tu país? a parte del brinco de corazón que experimentan los mexicanos en tierras lejanas, ¿Qué significa la bandera?

Hace dos días, el maestro de Historia en la secundaria, expuso su opinión ante los estudiantes que ya expresaban preocupación por la posible invasión de Rusia a Ucrania. Dijo que él no creía que USA fuera a utilizar sus fuerzas militares y de combate para defender o ayudar a Ucrania en el campo de batalla, que USA y el mundo tienen mucho que perder ante una guerra entre dos potencias con capacidades nucleares como lo son Rusia y USA. El creía que continuarían las negociaciones y presión en busca de una solución por medio de la diplomacia y las sanciones económicas. Era lo más conveniente. Y si ocurriera lo temido, Ucrania quedaría a su suerte.

Hoy el estado meteorológico ha cambiado en el mundo. La promesa de la paz se ha cuarteado nuevamente, y las posibles consecuencias alrededor del mundo son incalculables.

B.O.M. imagen de la red

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Botella al mar

Encuentra en el mar un mensaje en una botella de hace 95 años y localiza a  la hija de quien lo escribió

¿Podre encontrar la paz que necesito para dormir esta noche, para cruzar el borde de esta poza negra con los pies del sueño? ando de brazos abiertos sin miedo a la caída del insomnio.

Pregunto a no sé quién. No es una pregunta retórica, hace tiempo que no hago preguntas retóricas. Esta es una pregunta que necesita respuesta, por eso voy a enrollar esta página en un pitillo delgado y alargado que pueda caber en la boca de una botella verde. Luego, haré un corcho con el tubo que ya no sirve de nada, y echaré la botella a naufragar, el río pasa a unos metros, solo tengo que abrir la puerta trasera, adentrarme un poco en la distancia y ya está. Sería mejor el mar, los naufragios tienen mejor destino en el mar. Mientras que el río va en una sola dirección, y las turbulencias de éste, solo pueden dejar las cosas atoradas entre las piedras, las ramas, o el descanso del velamen; el mar da muchas vueltas y tiene multitud de orillas. Si se pudiera llegar al mar por el naufragio del río, yo misma me tiraría al mar.

Beatriz Osornio Morales. imagen de la red

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Noche

¿Y qué pasa si te fumas un cigarrillo ahora? 

¿El pitillo es el universo?

¿En qué humo vas a quedarte? 

¿No hay lugar ya? 

¿Te irás por cada humareda como un fantasma que no sabe que se está yendo?

¿Al final te quedas? 

¿Para qué, si no van a recordarte en este tubo de drenaje y desechos?

¿El sillón de estar te convence de que el mundo es digno, y vale la pena quedarse así, sin reconocer la pregunta?

¿Y tú vas a creerle porque el sillón es muy cómodo? 

¿Ignorarás lo que ocurre en los semáforos? ¿al sillón le importan un pito las mayúsculas, y es tan persuasivo  que puede hacerte creer que es el útero de los días? 

El amanecer se gesta aquí…

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Jellybeans

Este corazón no tiene quien le escriba
todo lo hace romantizar, excepto quizá el recuerdo del viento
incesante
intacto.
El mundo se ha vuelto de gelatina
en la casita del árbol,
el librero tiembla con tus pasos,
cuando subes, los escalones tiemblan amenazadoramente,
podrías tropezar con su aroma de cereza,
los recuerdos tiemblan
en la enredadera blanca de anís,
que asoma en la ventana, el polvo
en las superficies desespera,
el pobre añora una carta,
una epístola sobre el corazón dulce
¿Le escribirías una carta al desgraciado que llora
lágrimas de gelatina?
El desdichado huele a limón
como para comerse frío,
mientras canta el viento alicorado
una canción de jerez.





B.O.M, imagen de la red.
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La pre post pandemia

El impacto del COVID-19 en la salud mental de adolescentes y jóvenes |  UNICEF

Hay una chica a unos cinco metros, sentada frente a mí, jugando con su bola de…¿nervios?

Lleva unas botas blancas de enormes plataformas y una minifalda también blanca, con blusa semitransparente, y por supuesto, el cubre bocas; afortunadamente siendo delgada y muy muy joven, cualquier indumentaria le sienta bien; con todo y eso, las plataformas que lleva son incomprensiblemente grandes.

A unos minutos de haber comenzado la clase,  que por angas o mangas, esa maestra en particular ha tenido que dar  desde su casa por el día de hoy. Además están las maestras que por condiciones de vulnerabilidad han ejercido un derecho tácito a enseñar desde su casa y nadie las ha podido obligar a dar clases presenciales aun;  y estando los chicos, al menos la mitad de ellos, de vuelta en el edificio escolar, han sido direccionados a la cafetería, donde tomarán clases virtuales en común, cada uno en su mundo de acuerdo a la clase que les toque,   vigilados por un par de docentes o auxiliares como yo misma. Decía que a unos minutos de haber comenzado la clase, la chica de las plataformas saca una cajita metálica, como las que usaban antaño para empacar las cremas de belleza, y comienza a manipular  una masa como de play doh, haciendo y deshaciendo, sin quitar los ojos de la pantalla, formando y deformando, estirando y encogiendo,  mientras escucha la clase por los audífonos (supongo)  La masa esa, debe ser un aliviador de estrés.

En cuanto a mí, el estirar, moldear, encoger, circular o redondear con manos en el escritorio, por momentos me distrae, y hasta podría afirmar que me transmite el estrés. Siento como si la chica de las plataformas, como si sus manos ocupadas fueran un montón de muchachos del grupo que hablan,  cuchichean entre ellos en medio de la clase, sobre todo porque las manos se mueven energéticamente, sería más acertado decir que se mueven ansiosamente en la manipulación de la materia. Pero el cuchicheo de los chicos estaría  lejos de la realidad, los chicos ahora,  rara vez se dirigen la palabra entre ellos, prefieren el mensaje de texto, o las redes sociales, y quizá los cubre bocas sean la gran barrera a saltar,  algo tan común en estos días con lo que, con todas las angustias y secuelas de la pandemia, día a día batallamos para volver a una nueva normalidad, que solamente se ve venir en la imaginación de algunos.

B.O.M. imagen de la red