Entro y salgo de ti,
como de una casa vacía
en medio de la ciudad tumultuosa.
Con la yema de los dedos abro
suspiros,
separo torrentes y despierto
el fuego más allá de tu sombra,
tu sombra cubierta en humedad,
recorro su volumen
de pierna bien torneada.
Un árbol me sigue con la mirada
hasta tu pozo dulce, cálido
ramifica nuestro brazos
internos.
Unidos, los pájaros cantan,
el fruto madura.
Hacen nido en los vientres
amorosos, las mariposas.
Entras y cierro la puerta,
con suaves palabras
abro ventanas en tu pecho.
Tú arrimas las manos al fuego,
me besas, y así
frente a frente,
conversamos sin separar
los labios.
Beatriz Osornio Morales, imagen de la red.
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5 respuestas a «Sin separar los labios»
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Pocas veces es necesario separar los labios para una verdadera comunicación.
Saludos,
J.
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Es la mejor forma de comunicación entre dos. Saludos, José.
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Precioso!
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Gracias Ana, me alegra que te guste. Saludos.
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