
Amigos de la pluma y el lápiz, ya es septiembre y yo apenas puedo sugerir un juego. Llegó el Covid a mi casa y con todo lo que eso implica, no queda tiempo de ninfear o de cavilar. Algunos dicen que si te da covid tienes tiempo de sobra, excepto, cuando eres la madre y esposa, es una vil mentira. No hay tiempo de nada.
En este momento escribo por la necesidad de ordenar la mente y para no pensar barbaridades. No estoy inspirada y con mucho trabajo puedo ubicar ideas como en el juego de las escondidas, a mí es a la que me toca hacer la búsqueda, tengo que perseguir cualquier movimiento o destello de la mente.
A veces los destellos son simultáneos e inaprensibles. Me quedo deslumbrada por el rayo instantáneo del movimiento. Creo oír un trueno, pero cuando volteo hacia las nubes grises, el cielo está claro, ni una borrasca irrumpe ese infinito.
Los destellos del pensamiento se suceden unos a otros, en cambio, al que piensa le parece que se intercalan, saltando con cierto anacronismo, sin ninguna secuencia razonable, ese es mi caso. La velocidad es vertiginosa y los pensamientos quedan inconclusos en la razón. La mano más veloz en la escritura, es demasiado lenta para copiar fielmente las ideas de esa cámara sin dimensiones que es la mente.
Pero aquí estamos en la pesquisa, más por juego que por buscar algo concreto.
Beatriz Osornio Morales. Imagen de la red
5 respuestas a «El juego de la búsqueda»
[…] El juego de la búsqueda — UNA LUZ MÁS […]
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Te deseo lo mejor, en la búsqueda y en la recuperación del Covid
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Gracias, libre, por tu oído y tus buenos deseos. Saludos.
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Hay momentos en la vida es los que sólo podemos buscar la cordura que amenaza con dejarnos por nuestra cuenta.
Suerte con el/la covid. Espero que todo salgo de la mejor manera posible.
Saludos,
J.
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Aunque sea en forma de juego, la búsqueda tiene que seguir.
Gracias José. Todo va en progreso.
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