Vives en las sombras, escondido del centauro. Los golpes del corazón son tan fuertes que sientes que te delatan, cíclopes, pero te consuela el pensamiento de que los desalmados tampoco tienen corazón.
Estoy pensando que te quiero un poco todavía, sólo hoy, quiero quererte y te quiero, porque quiero quererte con todas tus tormentas y las mías. Ayer te quise como los ángeles despistados, de alas suaves y ligeras sumas. Pero te quise demasiado para interrumpir, los ángeles siguen despistados. Con todo y las tormentas, ellos siguen soñando … Ms. La Rue es una señora rolliza, y es maestra de matemáticas. A pesar de su mente matemática, ese superpoder, que no todos poseemos, una vez que se arrodilla no puede levantarse. Es una linda señorota de voz queda y sonrisa de sol que ilumina su cabeza; cada vez que veo sus viejas manos, el tiempo parece más imperdonable, sueña un ángel.
Ms. La Rue anhela una mano que la ayude cuando no pueda levantarse de estar preparando el jardín. Yo anhelo quererte un poco más, no en intensidad (las tormentas son suficientes) sino en durabilidad, en la luz y las sombras de cada día. Sin embargo, te prometo que este pequeño romance escrito, es nuestro secreto.

B.O.M. Imagen de la red