De camino a este día, hubo otros días que lo hicieron lo que es; un día de voces altisonantes, copos de nieve y nubes grises. Hubo días inciertos donde nada salió según los planes, ni nosotros mismos fuimos la felicidad; y a pesar de todo, sobrevivimos con la fuerza necesaria para llegar a hoy.
Hubo días felices en los que mirar por la ventana era enamorarse del otoño, en los que manejar en la carretera era experimentar la perspectiva de la hojarasca. Rendimos la voluntad ante la belleza; son días innombrables por el color y el contorno agudo del viento, uno quiere quedarse así para siempre, un matiz más del otoño, porque aun no llega el invierno, ni la nostalgia por el verano. Se saben por default pero entre más se tarden, mejor.
Hubo días sonoros, de risas y música que aun me hacen bailar y sonreír en este día gris, altisonante. La tensión solo necesita la orden de fuego para desquiciarnos, o para lanzarnos con más fuerza al salto suicida del invierno. Si logramos cruzar al otro lado del invierno, habrá días que han hecho un trayecto, y este día sólo es un día más en el camino.

B.O.M. imagen de la red
3 respuestas a «hubo días»
Hubo días, ¿habrá más?
Saludos,
J.
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Yo espero que sí José. Pero uno nunca sabe.
Gracias por pasar y comentar. Saludos.
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