
Estas cerca
tan real,
más concreto que un árbol
acariciado por el aire.
La ternura
emana de tu fuente
con la intimidad del agua,
tan apacible en su paso
revelador
que canta.
Estás tan mío
filtrándote, sin agotar
ni llegar
al límite deforme
de la ausencia.
Así de íntimo
te encuentro
parecieras saciarme
desde antes del recuerdo.
Aprendí
cuando corría
en el cosmos de la lluvia
a alcanzar el arcoíris
donde estabas.
Húmedo,
todavía de aquella agua
vuelves;
te palpo con el sol
que me habita desde
la contemplación
primera,
baño tu forma
con las lloviznas de junio,
inhalo tu brisa
cálida,
porque abre ante mí
la niebla de lo profundo
y veo
al canto salir
de tu sonrisa,
voy
y le contemplo.
Beatriz Osornio Morales. imagen de la red