Ver llover es aferrarse a la memoria, una ciudad se siente abandonada en la noche del grito, mientras las presencias vacías piden “justicia” desde su ausencia. Por aquí sólo pasan golondrinas mojadas, escapan de la lluvia antes de que sea torrencial; Eso me hace pensar en mi lugar vacío por tanto tiempo, allá en la plaza de mi ciudad callada, a unos años de haber caído granadas de no se sabe dónde. Creí que aunque yo no estuviera presente al final del verano, llegaría el otoño a dorar el paisaje con su manía de luz y viento en los campos de mirasoles, en los edificios, pero me alcanzó la lluvia como a las golondrinas, y tuve que ceñirme los ojos a esta pared oculta por donde veo la ciudad cubierta de bruma, sepia y gris, mientras recuerdo que jugábamos un grupo de niños y yo, a convertirnos en ángeles saltando en los charcos del pavimento. El tiempo no es la justicia… La justicia toma significado en el grito de los tumultos, hoy no asistieron a la hora patria, porque Quieren venganza (justicia) para sus muertos, ya no piden pensar en mejores oportunidades para los vivos. ¿Qué es la justicia después de todo, después del verano? Ver llover es la perfecta explicación de las cosas traídas a cuento por el recuerdo, o por la borrasca disuelta en un silencio que se bebe sorbo a sorbo. Este año, llegó la hora del grito con lluvia, después… por aquí sólo pasan golondrinas mojadas. Beatriz Osornio Morales
Categorías
3 respuestas a «Grito con lluvia»
Es imposible ver llover y no pensar en escribir al menos un verso.
Saludos,
J.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Así es José aún en los de lluvias torrenciales. Saludos
Me gustaMe gusta
Reblogueó esto en RELATOS Y COLUMNAS.
Me gustaLe gusta a 1 persona