
vivir tras de estos ojos,
cubiertos de visiones;
bajo un aire de opera mortuoria
que sopla en las avenidas de la ciudad;
trenes en marcha, aeroplanos grises
en cielos nublados, son memoria
con frías terrazas, imágenes
de mujer bajo la lluvia.
B.O.M /imagen de la red
6 respuestas a «Del Ciego que midió el tiempo en pasos III»
Difícil ver hoy, el oropel, la ilusión del arribismos, el destello neoliberal de una mendaz opulencia distrae de una realidad, que huele a cementerio. Un abrazo. Carlos
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Somos ciegos en nuestra visión; sabios en nuestra ignorancia; tercos en nuestra inoperancia; crédulos en nuestros miedos.
Sabemos lo que somos; no nos atrevemos a pensar en lo que nos falta.
Suerte,
J.
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Hola José, un placer tu comentario.
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¿Una pesadilla? Abrazos.
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La idea era, cuando escribí este poema de 11 partes, utilizar la imagen del ciego como símbolo del hombre moderno, en su confusión que en ocasiones es parecida a la decadencia cada vez más latente en las sociedades materialistas. Gracias por tu comentario, Carlos. Saludos.
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