Antes de irte…
quédate a mirar un segundo
los castillos en sus altas torres, las luces,
y el puente donde nos encontramos
cabelleras al viento,
las manos frías
buscaban calor,
en ese puente
duermen hoy indigentes.
Detente y piensa
en la reina vestida de azúl,
con la manzana exquisita por delante,
la bolsa repleta de condones, caramelos
y agua de colonia barata.
Quiero que me olvides.
Será como viajar al horizonte
en el desierto.
No pienses demasiado
ya has visto las señales;
el rey y la reina, los ninfómanos,
los paraísos perdidos
en la vecindad,
quedan los laberintos del deseo
lo propio y lo inapropiado, las
cañerías derruidas,
el deseo carnal, primigenio instante,
es cosa de recordar;
pero el olvido es el lugar
perfecto para renacer,
olvídame, excepto en este instante
bajo las luces de bengala.
Beatriz Osornio Morales. Imagen de la red.
3 respuestas a «En el reino de Olvídame »
Al final todo se disuelve en la nada, resumido en un momento, en compartir el aliento y en la memoria de un instante
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Ah! el instante. Carlos, deseo que te encuentres bien. Saludos.
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De momento aguantamos Beatriz, igualmente espero que te mantengas a salvo. Cuídate. Un saludo.
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