Esa noche no podía cerrar los ojos al objeto que giraba en lo alto, su giro avanzaba en una caída que se elevó primero para después descender en picada, salpicando el cielo de una luz amarilla.
Si Roque viera esto lo tomaría de otra manera. Diría que es una estrella fugaz o un príncipe caído de otro planeta. El estruendo que hace y estremece la tierra, la nube de humo y polvo, no puede ser de la realeza, ni aquí ni en ninguna otra galaxia, pero habría que ser sordos como Roque, para hacernos los que no oímos el bombardeo, hasta que nos cae encima.
Beatriz Osornio Morales, imagen de la red.
2 respuestas a «Caída»
Creo que alguien padece sordera selectiva. U abrazo,
Me gustaLe gusta a 1 persona
Así parece, Carlos. Saludos.
Me gustaLe gusta a 1 persona