En tierra de la memoria hay que andarse con cuidado, tantear los pasos, sopesar los sueños, pisar con todo el cuerpo o de puntitas para no caer en los pantanos; esa sustancia gelatinosa que engulle con una fuerza de gravedad espantosa, si te abraza del todo puede que te dañe los huesos.
En Memory Land también hay prados verdes, donde pasean las aves como corderos descansando de su vuelo.
Ya estando aquí, te das cuenta que el viento habla, esto es un recuerdo dice; el idioma que entonces no entendiste está claro hoy en Memory Land. Y es que hoy la luz ilumina parcialmente las nubes y florece los dorados y lavanda que conversaban a orillas de la mente. Es real, que no te ciegue la telaraña del sueño.
Aquí hay que tantear el siguiente paso…Seguir o regresar.
Hay un elevador en Memory Land y un calabozo: Subir simula volar, bajar, la chimenea encendida en las tinieblas donde acechan insospechados recuerdos. Subir traza nuevos caminos, mientras que bajar recuerda.
Ya sabías que el agua estancada no va a ningún lado, lo único que se mueve en la superficie es el viento ¿Recordaste algo? Sí, es la tierra de la memoria, también ese aroma que parece nuevo es un recuerdo, esa lujuria, recuerdo de la primera lujuria así haya sido un beso o el primer deseo; La piel no olvida.
Una vez aquí tienes que entender que Memory Land es una gran ciudad con grandes moles de distinta naturaleza. Yo me compré un departamento en el barrio de la nostalgia y qué crees, tiene todas las vistas. Y aunque desvivo en un área intermedia de la ciudad, o viajo constantemente porque no tengo casa, paso largas temporadas en mi departamento, es muy cómodo y se puede pasar buenos ratos, se puede invitar a medio mundo, aún los ciudadanos de la tristeza y los amantes vienen de vez en cuando a bailar. Cualquier amigo puede visitarme aquí y recordar que Memory Land es el lugar perfecto para un encuentro, sin apuros ni noción de la economía, ni conflictos políticos, ni desastres, ni miseria, y si por accidente caes en el pantano, piensa la mejor palabra que recuerdas.
La memoria puede ser un lugar feliz, es el único lugar donde mi memoria se transforma en la tuya y la tuya sin saberlo es también Memory Land.
Beatriz Osornio Morales, imagen de Marc Chagall.
4 respuestas a «Memory Land»
Veo que todos tenemos un paraíso, solo hay que amueblarlo y conocerlo lo mas que se pueda. La memoria es la única que es capaz de enfrentarse a cronos. IUn dia de estos te invitó un café con unas galletitas de vainilla. Abrazo y rosas
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Sería genial un café conversado.
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Gracias, ese de la memoria es un bello país. Un abrazo.
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Efectivamente para mi lo es.
Gracias Carlos.
Abrazo.
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