Venezuela
En estos días, mientras andaba por las calles, fui testigo de un país que está muriendo. En la terapia intensiva de una resignación desconocida para mi, pareciera que muchos esperan su último suspiro, la expiración total de su existencia, la declaración legal de su muerte…
Y como todo moribundo, hay quien a su alrededor, se está peleando por lo que deja, por sus pertenencias, sus riquezas y todo lo que en sí mismo produjo, cuando era un país próspero, libre, alegre y con ganas de seguir la lucha que comenzó en los días de una independencia que hoy suena a utopía, a cuento de la abuela, a más nunca.
En su testamento hay riquezas de todo tipo, si, a pesar de que su propia familia le ha robado de manera recurrente, queda oro y cualquier piedra preciosa que pueda tan si quiera pensarse, así como minerales y tesoros en…
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