A esta hora busco algo que me mantenga despierta, veinte minutos, no màs, solo veinte minutos robados al sueño que ya pesa.
Sonarà el telèfono, lo sè. Escucharè tu voz con el corazòn en la boca.
Quiero estar alerta y quiero dormir tambièn. Pero espero, solo hoy. Hace mucho tiempo que no hablamos… ni existo en tus sueños como antes. Veinte minutos solamente, el suficiente tiempo para escribir en prosa, llenar pàrrafos bien nutridos de… todas las cosas que nos han ocurrido durante ese tiempo, los entre parèntesis de la conversaciòn continua que solìa ser nuestra relaciòn, y eso, hablar hasta quedarnos dormidos, yo junto a ti, tù junto a mi. Mañana serà otro dìa y me reclamaràs haberme perdido como siempre en la misma plaza concurrida, en algùn lugar de Italia, entre gente desconocida. La diferencia serà que esta vez, escuchè tu llamada y acepte existir en tus sueños con todo y la angustia que te hace despertar.
-Sì aquì estoy.
Beatriz Osornio Morales, imagen de la red.
Beatriz Osornio Morales